Una proposición no de ley impulsada por los diputados socialistas propone avanzar en la concentración de pequeñas explotaciones y mejorar la cualificación en el sector
El Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento de Andalucía ha presentado una proposición no de ley que será debatida mañana miércoles en la Comisión de Agricultura y Pesca, en la que se insta al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía a “prestar un apoyo específico a la diversificación económica de las zonas rurales andaluzas vinculadas a las denominaciones de origen del vino: Condado de Huelva, Jerez y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Montilla-Moriles y Sierras de Málaga”.
Para ello, la proposición no de ley reclama igualmente del Gobierno andaluz que promueva “la actuación coordinada de los diferentes interlocutores del sector, en el ámbito de la OCM del vino y de la nueva Política Agraria Comunitaria”, de forma que se logren tres objetivos: por una parte, que se “favorezca la diversificación de las producciones y de las rentas de las empresas, explotaciones y familias que participan en esta actividad”; en segundo término, que “contribuya a la sostenibilidad económica y medioambiental de nuestros viñedos y a la conservación del rico patrimonio natural, cultural, etnográfico y arquitectónico asociado al sector vitivinícola; y, finalmente, que se “impulse la concentración de las pequeñas explotaciones, para alcanzar unidades productivas más operativas y viables”.
El Grupo Parlamentario Socialista pretende comprometer a la Junta de Andalucía a que ponga en marcha “actuaciones que contribuyan a fomentar el turismo enológico, con la participación de todas las administraciones públicas y los consejos reguladores, que pongan en valor en el mercado turístico los recursos naturales y culturales vinculados al cultivo de la vid y a la producción de vino”. La referida proposición no de ley insta asimismo al Consejo de Gobierno a “diseñar acciones de formación y cualificación profesional para el sector, que favorezcan el cambio generacional y den respuesta a las nuevas demandas de unos mercados en continua evolución”.
A lo largo de su exposición de motivos, la proposición no de ley que mañana será debatida en la Comisión de Agricultura y Pesca de la Cámara andaluza repasa la importancia del sector vitivinícola en la comunidad, en la que Cádiz con 10.000 hectáreas y el 25% de la superficie total de viñedo es la provincia con un mayor peso. “En Andalucía existe un amplio catálogo de recursos naturales, culturales, históricos y arquitectónicos vinculados al vino. El cultivo de la vid moldea el paisaje andaluz en muchas zonas, con sus edificaciones rurales y sus viñedos, conformando ecosistemas singulares en los que conviven numerosas especies de flora y fauna. La desaparición de este cultivo leñoso favorecería los procesos de erosión, desertización y degradación de los suelos en los que se asienta”, dice la proposición.
Su texto ensalza el papel desempeñado por el vino como recurso e inspiración artística a lo largo de la historia, y califica a las bodegas como “las catedrales del vino, edificios de notable valor arquitectónico que jalonan el entramado urbano histórico de muchas ciudades y pueblos de Andalucía”. A ello hay que añadir que “nuestra comunidad es un destino turístico de primer nivel mundial, tanto por el número de visitantes como por el volumen de recursos económicos que se movilizan, gracias a la calidad de una oferta que se apoya en la gran riqueza de los recursos naturales y culturales que posee nuestro territorio y nuestras ciudades: playas, parques naturales, monumentos, gastronomía, instalaciones deportivas y de ocio…”
Precisamente, en un momento en el que “la comercialización de los vinos andaluces está encontrando serias dificultades”, el turismo afronta una etapa crucial tanto para consolidar su importancia en el sistema productivo andaluz como para la diversificación de su actividad. Es justo en este contexto en el que la proposición no de ley plantea que las instalaciones agrarias e industriales vinculadas al cultivo de la vid y a la producción y comercialización del vino pueden convertirse por sí mismas en un activo turístico de gran importancia. De ahí que establezca que “la conformación de una oferta turística asociada a estos recursos permitirá a las explotaciones y empresas que operan en el sector el acceso a nuevas rentas, a nuevos ingresos económicos, que mejorarán su productividad y garantizarán su supervivencia”.
Cádiz, 26 de abril de 2011